Amarte en esta guerra que nos va desgastando
y enriqueciendo.
Amarte sin pensar en el minuto que se escurre
y que acerca el adiós al tiempo de los besos.
Amarte en esta guerra que peleamos, amor,
con piernas y con brazos.
Amarte con el miedo colgado a la garganta.
Amarte sin saber el día del adiós o del encuentro.
Amarte porque hoy salió el sol entre nuestros cuerpos
apretados
y tuvimos una sonrisa soñolienta en la mañana.
Amarte en toda esta incertidumbre,
sintiendo que este amor es un regalo,
una tregua entre tanto dolor y tanta bala,
un momento inserto en la batalla,
para recordar cómo necesita la piel de la caricia
en este quererte, amor,
encerrada en un triángulo de tierra.
Gioconda Belli
2 comentarios:
Pasé varias veces Rafael. Entro, veo la textura de esos pétalos y me tildo porque eso de sacarle calidades al blanco es para pocos
un abrazo
Hola Daniel! el mérito es de la orquídea, de la luz lateral que entraba por la ventana de tarde, de la pared pintada de la habitación y del uso (con prudencia, porque se va de las manos con facilidad) del contraste tonal en el procesado.
A los 55 nos es obligado ver el blanco con sus matices ;-), aunque sea ese blanco de acero de Gioconda Belli, de las batallas perdidas y de las que nos quedan por combatir...
"Sintiendo que ese [blanco] es un regalo"
Un abrazo!
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